Entrevista La Opinión Mayo 09

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Juan Manuel García Ramos
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Entrevista Periódico la Opinión, Domingo 17 de Mayo de 2009

Juan Manuel García Ramos, Profesor y escritor.

García Ramos: ´La soberanía absoluta es, ahora, una quimera´

Para la propia evolucion personal es necesario siempre contar con las experiencias vividas. Lo mismo sucede con el nacionalismo canario, cuya intrahistoria expone Juan Manuel García Ramos en su último libro al objeto de contribuir a la formación de una mayor conciencia nacionalista en estas islas.

SARO DÍAZ | SANTA CRUZ DE TENERIFE
"El nacionalismo es un proceso imparable de maduración ideológica y de asunción de responsabilidades por parte de un pueblo". Así empieza Intrahistoria del nacionalismo canario, un libro en el que el profesor y escritor Juan Manuel García Ramos intenta dar respuestas a muchas preguntas, todas ellas relacionadas con el nacionalismo canario. Preguntas como en qué sentido podemos hablar de un hecho diferencial canario, o en qué ámbitos de la política, la economía, la cultura y la sociedad en general se localizan los rasgos que nos definen como pueblo singular. A lo largo de unas 125 páginas, García Ramos hace "un pequeño esfuerzo, para que el nacionalismo canario conozca su propia historia". Algo que, en su opinión, le aportaría mayor madurez.
- El origen del nacionalismo canario ¿radica en la conquista en sí misma o en una serie de condicionantes económicos?
- En Intrahistoria del Nacionalismo Canario explico que la toma de conciencia nacionalista puede generarse a través de las respuesta que dio este pueblo a los distintos retos planteados por la Historia desde el siglo XV hasta nuestros días. El nacionalismo surge de que este pueblo disfrutó, con relación a otros reinos peninsulares, de un régimen fiscal ventajoso; de cómo asumió que proveníamos de un pueblo y nación original; de cómo respondimos a la Junta Suprema de 1808, de modo que Canarias pensó en ese momento en vincularse a otras estructuras supraestatales distinta a la española; respondiendo a las crisis económicas emigrando hacia América... El nacionalismo canario ha modelado su conciencia colectiva en virtud de las dificultades que fue sufriendo. Sí, la conciencia nacionalista nace de las distintas respuestas que dimos a las dificultades que nos planteó la Historia; esas dificultades, en buena parte, han definido nuestra conciencia nacional canaria.
- El diputado socialista Blas Trujillo hablaba del REF como de nuestro fuero ¿comparte esa idea?
- Absolutamente, yo también lo digo así. Desde las primeras reales cédulas de los Reyes Católicos en el siglo XIV hasta lo que significó el decreto de Puertos Francos en 1852 y el actual REF vigente, claro.
- ¿El peor enemigo del nacionalismo canario es el propio nacionalismo canario?
- En parte es así. Ha habido a veces una falta de generosidad entre las distintas tendencias nacionalistas. Hay un nacionalismo que yo llamo racional y uno independentista que parece que quiere resolver los asuntos de un día para otro. A veces hay una mala relación entre ambas tendencias.
- ¿Cuáles son los otros enemigos?
- El acuerdo entre los partidos estatales, esos partidos que son delegaciones de fuerzas políticas que tienen su centro de poder fuera de Canarias y que, así como en otros lugares son flexibles y entienden el fenómeno nacionalista (como el socialismo de la anterior legislatura en Galicia, o el actual socialismo en Catalunya), en Canarias muestran una anatemización permanente contra el nacionalismo.
- ¿ Tenemos un Gobierno nacionalista en Canarias?
- Más que un Gobierno nacionalista, creo que tenemos un presidente nacionalista. Confío plenamente en las convicciones nacionalistas de Paulino Rivero.
- Muy matizadas, supongo, por su pacto con el Partido Popular.
- Desde luego, muy mediatizadas por ese acuerdo. No es un Gobierno nacionalista, tiene que dialogar y consensuar. Pero no me cabe la menor duda de que Paulino Rivero tiene en mente un programa nacionalista y que quiere llevarlo a la práctica.
- ¿Le molesta mucho cuando oye hablar del nacionalismo como de algo trasnochado?
- Sí. Cuando se habla en esos términos recuerdo una frase del escritor mexicano Carlos Fuentes, al que he leído mucho. Dice que no hay globalidad que valga sin localidad que sirva. Digamos que la universalidad la construimos entre todos, y si no hay una construcción de las conciencias nacionales de los pueblos, poco se podrá construir de una manera global.
- Usted habla de nacionalismo desde el punto de vista de la asunción de responsabilidades, al contrario de los que piensan que consiste sólo en pedir.
- Por supuesto, no se trata sólo de reclamar competencias sino de aceptar al mismo tiempo las responsabilidad que conllevan, al igual que cuando uno se hace adulto, tiene más libertad pero más responsabilidades. Les ocurre a los individuos y les ocurre a los pueblos.
- ¿El fin de todo nacionalismo es la independencia?
- Yo creo que en este momento no. Hay analistas que consideran que en estos momentos de globalización, en los que el poder bélico, económico y tecnológico está tan repartido, pensar en una soberanía para los pueblos, en una soberanía absoluta, es una quimera. Así que, por tanto, lo que hay que lograr es el máximo autogobierno en diálogo con otros pueblos. Canarias tiene contratos firmados con el Estado español (el Estatuto de Autonomía) y con la Unión Europea (el reglamento 1.911-1.901, el Posei y el 22.9.2, Tratado de Amsterdam). Lo que hay que hacer es perfeccionar esos contratos. No sé en qué momento este pueblo puede decir que quiere ser independiente y quiere romper esos contratos con esas estructuras estatal y supraestatal, pero lo realmente racional en estos momentos es lograr una mayoría de edad de nuestro pueblo en el ámbito político, económico, cultural...