La propuesta de Zerolo

Autor: 
Aurelio González
Categorías: 
Artículos

La propuesta de gobierno de concentración en el Ayuntamiento de Santa Cruz formulada hace unos días por el alcalde, Miguel Zerolo, a todos los partidos presentes en la corporación, además de sorprender a propios y a extraños, ha provocado, y seguirá provocando, no pocos efectos políticos, por lo que no podía dejar de ser objeto de este comentario mío de hoy. Veamos, pues, cuál puede ser el alcance político de la propuesta y las reacciones que está suscitando en los grupos de la oposición, y también en el PP, uno de los socios del actual gobierno municipal.

 

Debo decir, en primer lugar, que considero difícil para todos los partidos políticos decir no a la oferta formulada por el alcalde, sobre todo cuando éste insiste en que se trata de aunar esfuerzos, al margen de intereses partidistas, en beneficio de los intereses generales de Santa Cruz, y en ayudar a los ciudadanos a soportar mejor una crisis que amenaza con ir a más. Ciertamente, no es fácil convencer al vecindario de que la unidad de esfuerzos que propone el alcalde no es sincera ni buena para el municipio.

Cuesta estar de acuerdo con Miguel Zerolo, sin embargo, cuando afirma que su propuesta es "una decisión del alcalde, no del político, del socio del pacto o del militante de CC". No resulta asumible esa separación de condiciones y sí es lógico, en cambio, aunque el alcalde no lo pretenda, que la propuesta de gobierno de concentración produzca, como está produciendo, inmediatos e inevitables posicionamientos políticos. Y ello porque los demás reconocen, precisamente, su contenido partidista. El alcalde se hace el ingenuo, pero no lo es. Sabía que su propuesta iba a provocar una tormenta política y que en el fragor de la misma ni él ni su partido tenían demasiado que perder. Más bien al contrario.

De todas maneras, aunque uno no crea en ese reiterado carácter apolítico y apartidista de la propuesta, resulta vergonzoso que mientras el alcalde insiste en que con la misma sólo persigue ayudar a los vecinos ante la grave situación que vive el municipio, los partidos de la oposición se hayan precipitado a poner precio partidista a sus hipotéticas participaciones en ese gobierno de concentración, sin comentar para nada ante la ciudadanía de Santa Cruz de Tenerife el grado de autenticidad y sinceridad de las palabras del alcalde.

La propuesta está sirviendo, además, también para desvelar los verdaderas intenciones políticas de los distintos partidos. Ha sido el Centro Canario Nacionalista (CCN) de Ignacio González el primero en dar el sí al alcalde, aunque antes, para encubrir un poco sus deseos de entrar en el Gobierno, haya dicho que para ello hay que reconsiderar la dirección de la Sociedad de Desarrollo. Resulta como mínimo curiosa esta actitud de ahora de González cuando tantas veces y con tanta dureza e insistencia criticó los entendimientos políticos entre, por ejemplo, el PNC y Coalición Canaria (CC).

Más curioso aún resulta el cambio de actitud política ante la CC gobernante (con el apoyo del PP, y del PNC, no lo olvidemos) de los concejales de Ciudadanos de Santa Cruz (CSC), Guillermo Guigou y Ángel Isidro Guimerá. Pero, insisto, reconozco que resulta difícil resistirse a ese cambio ante la propuesta más que verosímil, aunque no apolítica, de Zerolo. Y sobre todo ante la dificultad que encierra convencer a los santacruceros votantes de que no apoyar la propuesta del alcalde es lo mejor para ellos. Digna de mención es asimismo la discrepancia que con respecto a la decisiones de Guigou y Guimerá sostiene un sector de Ciudadanos de Santa Cruz.

Por su parte, el PSOE de la capital tinerfeña, que parece que ha dicho no a la propuesta de Zerolo, también ha tenido dificultades a la hora de articular una posición unitaria respecto a la propuesta. De momento, y aunque su secretario general Corrales lo niegue, ha puesto de manifiesto las dos maneras de hacer política que se detectan ahora mismo en el socialismo canario, una de las cuales, la más radical, la representa el actual secretario general, Juan Fernando López Aguilar. El PSOE de Santa Cruz tendrá que convencer a los chicharreros de que decir no a la propuesta del alcalde era lo mejor para ellos.

Dos áreas de gestión municipal despiertan especial codicia política entre los partidos presentes en el consistorio. Una es la citada Sociedad de Desarrollo, que lleva el portavoz del PP Ángel Llanos y maneja un sustancioso presupuesto; otra, la Delegación de Asuntos Sociales, que viene dirigiendo Ángela Mena (CC) y cuya gestión resulta clave para ayudar a los ciudadanos a salir de la crisis económica, financiera y social que padecemos. Las dos han sido reivindicadas tanto por el CCN como por SCS (que ya han dicho sí a la oferta del alcalde) lo que podría poner en peligro las discretas relaciones (PP-CC) del actual gobierno.

Respecto a la iniciativa de Miguel Zerolo debo confesar, finalmente, que no termino de entender por qué el alcalde considera que la única manera eficaz de que todos los partidos arrimen el hombro desde el Ayuntamiento para combatir la crisis que padece el municipio es constituyendo un Gobierno de concentración. No sé por qué, con los mismos argumentos de apelación a la solidaridad y salvación municipal, no puede lograrse un objetivo similar elaborando y consensuando una Plan Especial de Actuación municipal conjunta entre el actual gobierno y la oposición.

Tal vez el alcalde guarde en su magín político esta otra propuesta para ponerla sobre la mesa en caso de que fracase la que ahora es motivo de negociación y polémica. Tal vez.